jueves, 18 de julio de 2013

Pedagogía sobre la escuadra y el compás



Articulo enviado a la redacción de la Comisión Mambí, Patria y Libertad, por un Hermano Maestro Masón.

Determinante en el problema de qué educación masónica impartir y cómo hacerlo, es que quienes tienen el poder de decidir en la Masonería, asuman actitudes consecuentes con las necesidades de incrementar la capacidad de respuesta de la institución ante un entorno complejo por el número de situaciones que de manera sostenida someten a tensiones a las estructuras y normas de la Masonería en general y al escocismo en particular, y por la información sobre simbología y procedimientos a las que se accede en el ciberespacio, que resta a la Orden posibilidades de comunicar cosas únicas. Determinante es la necesidad real de asumir la educación masónica considerando lo anterior, sabiendo que desde hace años a la fecha lo discreto en rituales y símbolos masónicos se ha estado haciendo público.

Lo descriptivo en la educación masónica debe ceder espacio a lo interpretativo; se necesita cada vez más ser preparado para reacciones precisas ante las circunstancias de la vida, ser preparado para vivir sobre la escuadra y el compás, en un devenir donde las relaciones entre las personas se deterioran hacia lo vulgar, hacia formas primitivas y degradantes de asumirse los unos a los otros, donde las artes y las ciencias muestran tendencias a formas masivas de divulgación a manera de generalización del conocimiento, y ya se sabe que esa masividad en la generalización de conocimientos alteran su contenido y pierden posibilidades de servir para conocer la verdad, que es la realidad de las cosas.

Lo interpretativo en la educación masónica debe incrementar espacio, porque mayorías no informadas, desinformadas, con poder adquisitivo menor, en su ansiedad de sobrevivir son manipuladas sostenidamente por partidos políticos, agrupaciones religiosas y minorías en degradación, todos ellos con poder económico para publicitarse, donde sus códigos de lo individualista, del no compromiso con sus semejantes, entran en ese creciente espacio de la masividad y alcanzan al escocista como ser social dondequiera que se encuentre. Impartir docencia orientada a las relaciones causa-efecto en la ocurrencia de las cosas, incorporar en lo educativo y en lo instructivo escocista lo útil de la práctica intensiva de las instituciones docentes, incorporar eso útil, apropiarse de las técnicas pedagógicas, es el llamado que la vida real hace a quienes deciden en la Masonería, para generar esfuerzos inteligentes y calificados técnicamente desde la docencia.

Ante la masividad en la Masonería, donde el llamado capital intelectual que entra a logias simbólicas y cuerpos escocistas, muestra niveles culturales marcadamente diferentes, con normas de educación formal distintas, incluso antagónicas entre sí, ante ello la gestión del conocimiento en la Masonería en general y en el escocismo en particular, se ha constituido en necesidad que no puede seguirse diluyendo en momentos culturales puntuales. Detrás del simbolismo, del trabajo masónico exterior, está el ideal masónico, interpretado hoy en términos de ética y filantropía, pero capaz de interpretaciones más consecuentes con las realidades sociales en que cada masón sobrevive como persona humana en sociedad. Mediante la realización técnicamente competente del trabajo simbólico, reservas creativas pueden ser traídas a la edificación del templo interior, a la edificación incluso del contexto familiar, del que en definitiva proviene y al que va todo hombre, de una manera u otra.

Sustentada en su ideología humanista, la Masonería insiste en la preservacion del hombre libre como un hecho social, de preservar la libertad del individuo es su tarea primordial, así de este modo, preserva al individuo de la esclavitud, del servilismo espiritual, del abandono de la dignidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario