jueves, 18 de julio de 2013

El Accionar Proactivo



Articulo enviado a la redacción de la Comisión Mambí, Patria y Libertad, por un Hermano Maestro Masón.

Anticiparse a los sucesos tiene sentido si es para esclarecer la toma de decisiones, como una cierta manera de capitalizar lo que está por suceder. No obstante ello, la incertidumbre en la continuidad de los sucesos, de cualesquiera sucesos, aun más los que se asocian a inquietudes sociales, imponen ser rigurosos en los argumentos, en la similitud de las referencias para la toma de decisiones. Así, la actitud proactiva exige integrar lo racional y lo sensitivo. Ante el proceso de cambios en el sentir, en el pensar y en el debate de las ideas sobre el cambio, la utilidad del estudio de caso pudiera resultar obstruida por criterios establecidos, por argumentos que resurgen con porte y aspecto de usos y costumbres. De ello se hace necesario esclarecer ciertos conceptos asociados directamente a lo proactivo: en particular lo reactivo, lo preactivo y qué es un escenario.

Como reactivo se entiende el accionar reflejo a sucesos en desarrollo, que inciden en quien los percibe y reacciona ante ello. Mostrarse preactivo es prepararse para los cambios que se esperan en el entorno del escocismo, en el escenario social en que se realiza, ello está en la propia estructura de los rituales de grado. Un escenario es el entorno de instituciones, intereses, exigencias que condicionan ese accionar comentado.

Lo proactivo se adentra en las posibilidades de los sucesos por ocurrir, desde los sucesos en desarrollo, los articula con las estructuras y la manera de hacer de quien los percibe y les imprime esfuerzos que los redireccionan en función de las necesidades de este. La actitud proactiva no puede sostenerse en una organización, incluso en el escocismo, si no se soporta en la integración de los valores que identifican a la organización comprometida y las actualizaciones formales de la cultura asimilada. Se entiende que la acción proactiva, que se apropia de los acontecimientos por venir y los promueve, acciona sus métodos y técnicas de hacer las cosas desde lo intuitivo y lo emocional.

Usar el método de estudio de caso en el accionar proactivo permite estructurar de manera eficaz y transparente el estudio de situaciones al interior de los cuerpos escocistas, desde sus rituales y alegorías como referentes, para llegado el momento de evaluar opciones de acción, tener conocimiento de causa. Ya que no se tienen, ni pueden tener, registros sobre el escenario social que deviene, frente al porvenir, el único elemento de información disponible que se tiene es el juicio individual de cada escocista, pero condicionado por el debate en torno al estudio de casos recurrentes o excepcionales, en escenarios concretos. Al interior del debate estaría entonces la calidad de los cuestionamientos, de las similitudes halladas, de las relaciones causales diferenciadas, que estarían argumentados en las enseñanzas de cada grado. Dado lo anterior, tomada la alegoría de cada grado como caso de estudio, se tendría un referente para interpretar relaciones causales ante situaciones sociales de interés. 
 
Ahora que las fuerzas del cambio están rediseñando los mecanismos de relación entre las estructuras de la sociedad, desde el cambio de las relaciones económicas, tecnológicas, familiares, en general de las instituciones establecidas, se impone un esfuerzo sostenido en el quehacer pedagógico para dotar al individuo, al escocista, de flexibilidad estratégica, para ser proactivo desde las perspectiva de las enseñanzas de su grado. Ante el escenario social, los escocistas necesariamente habrán de asumir como individuos cuatro actitudes generales posibles: pasividad en el proceso de los cambios sociales que se presenten; reactividad ante estos; preactividad ante cambios previsibles; y proactividad que trata de inducir los cambios previsibles en el sentido de sus valores.

ado lo anterior, ya que los hombres tienden a reproducir comportamientos similares en situaciones similares, a reaccionar de manera previsible, aunque la historia no se repite, los comportamientos se reproducen. Y es aquí donde el estudio de las alegorías de cada grado como casos de referencia, expresan enseñanzas con respecto al devenir. No obstante ello, cada generación se considera en un escenario de cambios sin precedentes; ello es lógico, consecuencia de que para cada quien se halla en el único tiempo que tiene la oportunidad de vivir como persona humana en sociedad, como ser humano.

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