jueves, 18 de julio de 2013

ANTIGUA MASONERÍA EGIPCIA



Articulo enviado a la redacción de la Comisión Mambí, Patria y Libertad por un Hermano Maestro Masón.

Muchas personas por milenios han meditado profundamente acerca del misterio de la Esfinge. La imagen milenaria que nos es dable contemplar no es más que el símbolo o reptación de un Gran Ser Elemental de la transmutación . Es el único guardián de la sabiduría elemental de antiquísimos períodos de la Naturaleza esotérica. En una esfera más sutil existe un templo secreto en el que se da enseñanza a aquellos que han logrado alcanzar la conciencia de la Naturaleza alquímica, pero en el mundo físico es dificilísimo para cualquier estudiante entrar en la Escuela de la Esfinge o ser capaz de mantenerse frente a ella. Para pasar la barrera hay que librarse de todo mal y respetar esta profunda ciencia. Cuando cualquier estudiante pide ser admitido, uno de los Guardianes lo examina muy cuidadosamente para ver si está en condiciones de entrar. En términos ocultos esto significa que se “mide” su columna espinal, y si el Guardián del Templo o Tejador lo permite, entonces entra en un nuevo mundo de desenvolvimiento. En la Escuela de la Esfinge el Guardián del Templo Interior o Tejador está sentado sobre un trono formado por una piedra cúbica. Este fué un Gran Faraón Iniciado, que enseñó a sus discípulos la magia elemental de la Transmutación. Este Iniciado se mantiene siempre detrás hasta que el último mago de su ciclo haya llegado a su propio nivel de conciencia.

Este Tejador o Guarda Templo tiene los brazos cruzados, sosteniendo una espada de la Justicia, y es el verdadero administrador de esta Oculta Ciencia de la Energía Determinativa de la Naturaleza. El Guarda Templo es secretamente el puesto mas relevante en una Logia. Si logramos ser admitidos en su Escuela, entonces nos probará primero, y luego nos confiará, si lo merecemos, el poder de vencer toda oposición que pudiera imponernos cualquier guardián al pasar a las regiones superiores. Los antiguos Masones Místicos conocían esta escuela, bajo cuya dirección quedaron, y sus nombres están inscriptos en sus registros en los mundos internos. En esta Escuela los estudiantes son unidos a su propia sabiduría obtenida de la Naturaleza elemental. El Templo de la Esfinge constituye el repositorio de la Masonería en su forma más pura, y los Masones han alcanzado una singular pureza de expresión en este Arte. He aquí algo que debería ser del mayor interés para los Masones Místicos.

En la Antigua Masonería Egipcia era el Tejador o Guardián Elemental quien examinaba al aspirante para comprobar su aptitud elemental, aparte de aquellos otros que lo examinaban para comprobar sus aptitudes físicas y morales. La Masonería Moderna busca inconscientemente esta sabiduría y apoyo de la Naturaleza, porque actualmente, ningún hermano masón tiene consciencia de ser probado por ningún Tejador Elemental. Sin embargo, en toda logia debidamente constituida, siempre está dicho Guardián o Tejador junto a su entrada, y todo Masón iniciado, cuando se encuentra fuera del cuerpo durante el sueño, conoce muy bien cuál es el lugar de la Naturaleza en su ritual. Todos los secretos de la Masonería se encuentran dentro del hombre, no fuera. Cuando se construyó el Templo de Salomón, fué hecho mediante la alianza de las fuerzas sutiles de la Naturaleza con el hombre y simboliza el cuerpo humano. La Gran Esfinge Elemental es el Intercesor de la Naturaleza y su energía sólo afecta la atmósfera de la humanidad intermitentemente, porque como hemos estado trabajando bajo la influencia de las fuerzas solares, ella no nos toma bajo su dirección más que cuando nosotros nos ponemos en contacto con nuestro Intercesor Elemental y cuando la Nueva Energía Rejuvenecedora que empieza a fluir ahora comience a afectar nuestra conciencia. Como arriba así es abajo. Como hemos sabido siempre , no podemos ponernos en contacto con nuestro propio Intercesor Elemental hasta que nuestro Interno Maestro haya ido a residir en muestra Armadura Argentada. Las prácticas esotéricas occidental que se han descrito proveen un Templo para el Interior Maestro de la mente.

Este Interior Maestro es como un péndulo que oscila intermitentemente de la Atmósfera Solar a la Lunar, porque tenemos dentro de nosotros una corriente alterna que lleva y trae a dicho Interno Maestro. Esta corriente abre y cierra diferentes centros, y a causa de esto muchas veces nos vemos obligados a esperar pacientemente hasta que se abra el centro del que queremos obtener alguna información o enseñanza. Pero si en un momento dado tenemos necesidad urgente de ponernos en contacto con algún centro cerrado, podemos dirigirnos al Guarda del Santuario, porque cada centro tiene dos, uno Solar y otro Lunar, y si somos merecedores a ello nos dejaran. En los registros egipcios encontramos todo lo relativo a Jesús el Carpintero de Obras, pues hubo varios iniciados que registraron cuidadosamente todas sus palabras, y de estas obras ocultas podemos obtener conocimientos trascendentales. Estos registros se mantienen aún completamente intactos y en algún día futuro la pala de los arqueólogos dará con ellos. Los libros que usan las distintas sectas religiosas relativas a Jesús, no son más que fragmentos de Sus enseñanzas.  
 
 
En el suelo egipcio se encuentran los registros completos, esperando ser descubiertos. Y cuando lo sean nos quedaremos asombrados al ver cómo el hombre puede ser ilusionado por una religión que no es más que un fragmento de la Obra Transcendental del Señor. Eso resultará entonces increíble que cualquier religión pueda ser parcialmente destructiva merced al fanatismo de los que la consideran sagrada, aunque incompleta. Dentro de nosotros mismos se encuentran también los Misterios Mayores que han registrado las enseñanzas de ese Gran Ser y el discípulo verdadero los tiene en gran reverencia, porque Ellos siempre obran de acuerdo estrictamente con la ley natural y sólo revelan sus posesiones a los que respetan su autoridad. 
 
De esta manera el estudiante puede ponerse en contacto, dentro de sí mismo, con la esencia de las enseñanzas de cada Iniciado, con el que se haya puesto en contacto en sus pasadas vidas. Pero sólo cuando haya podido penetrar concientemente en su Sistema Central es cuando le serán reveladas en toda su amplitud las enseñanzas de esos Grandes Adeptos. Hay varios lugares en el Egipto donde se guardan ocultas las memorias relativas a la historia de los Atlantes, así como también las que se refieren a América, después del tiempo de los Atlantes y la venida, a los Pieles Rojas, de un Gran Iniciado, por la costa oriental, quien les enseñó las artes de la agricultura y les dió el alfabeto, dejándoles dos libros que están todavía en posesión de un indio iniciado actualmente-

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