Articulo enviado a la redacción de la Comisión Mambi, Patria y Libertad, por un Hermano Maestro Masón.
La Masonería (sin apellidos) es una Institución de carácter fraternal, constituida por un sistema de grados (Escalera de Caracol), en el cual se establece un método ecléctico de enseñanza filosófico-jurídico-doctrinal; constituida a partir de la Tradición. Para construir este sistema de grados, los fundadores de la Masonería Moderna tomaron en cuenta la sabiduría acumulada por las antiguas civilizaciones.
La trasmisión de estos conocimientos se encuentra basada en los “Usos y Costumbres de la Masonería Universal”, los cuales han constituido el marco filosófico-jurídico-doctrinal en el cual se desenvuelve la ética espiritual de la Institución Masónica.
Como dijimos, la Masonería es un sistema de conocimientos que se adquieren de forma ascendente, gradual, progresiva y sistemática; de forma tal, que al obtener el último grado de la masonería, los masones adquieren un rango y una condición tal; que ni siquiera se pierde con el abandono de la Institución. El Maestro Mason, que pide su retiro de la Orden, o aquellos que son dados de baja, e inclusive, quienes son expulsados de la Masonería siguen poseyendo los conocimientos adquiridos. Cuando un Maestro Mason dado de baja por cualquier motivo de la Institución, pide su afiliación (o reincorporación) a una logia; no debe iniciarse de nuevo, una vez aceptada su solicitud, simplemente continua su ejecutoria como Maestro Mason.
De la misma forma, quienes han ocupado cargos en la dirección de sus logias, o como Grandes Funcionarios de una determinada Obediencia Masónica; cuando cesa en el cargo, o causa baja de la Masonería, continua ostentando dicha jerarquía. Un ex Gran Funcionario expulsado, sigue siendo un ex Gran Funcionario; la historia no se borra. Por ejemplo, nunca he conocido el caso de un ex Gran Maestro que haya ocupado el cargo de Venerable Maestro de su Logia. Aunque el caso no se encuentra previsto en distintas Constituciones Masónicas que he consultado (en primer lugar la Constitución vigente en la Gran Logia de Cuba), dicho caso constituiría una novedad en los Usos y Costumbres de la Fraternidad. Por el más elemental concepto de ética masónico-fraternal, ello constituiría una aberración; por cuanto implicaría recorrer en orden inverso los escalones de la Escalera jerárquica masónica.
La trasmisión de estos conocimientos se encuentra basada en los “Usos y Costumbres de la Masonería Universal”, los cuales han constituido el marco filosófico-jurídico-doctrinal en el cual se desenvuelve la ética espiritual de la Institución Masónica.
Como dijimos, la Masonería es un sistema de conocimientos que se adquieren de forma ascendente, gradual, progresiva y sistemática; de forma tal, que al obtener el último grado de la masonería, los masones adquieren un rango y una condición tal; que ni siquiera se pierde con el abandono de la Institución. El Maestro Mason, que pide su retiro de la Orden, o aquellos que son dados de baja, e inclusive, quienes son expulsados de la Masonería siguen poseyendo los conocimientos adquiridos. Cuando un Maestro Mason dado de baja por cualquier motivo de la Institución, pide su afiliación (o reincorporación) a una logia; no debe iniciarse de nuevo, una vez aceptada su solicitud, simplemente continua su ejecutoria como Maestro Mason.
De la misma forma, quienes han ocupado cargos en la dirección de sus logias, o como Grandes Funcionarios de una determinada Obediencia Masónica; cuando cesa en el cargo, o causa baja de la Masonería, continua ostentando dicha jerarquía. Un ex Gran Funcionario expulsado, sigue siendo un ex Gran Funcionario; la historia no se borra. Por ejemplo, nunca he conocido el caso de un ex Gran Maestro que haya ocupado el cargo de Venerable Maestro de su Logia. Aunque el caso no se encuentra previsto en distintas Constituciones Masónicas que he consultado (en primer lugar la Constitución vigente en la Gran Logia de Cuba), dicho caso constituiría una novedad en los Usos y Costumbres de la Fraternidad. Por el más elemental concepto de ética masónico-fraternal, ello constituiría una aberración; por cuanto implicaría recorrer en orden inverso los escalones de la Escalera jerárquica masónica.
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