miércoles, 29 de enero de 2014

JUAN ARIAS AROCHA


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Articulo enviado a la redacción de la Comisión Mambi, Patria y Libertad, por un Hermano Maestro Masón.



Corría el siglo XIX, fecundo en nacimientos de preclaros cubanos y el 24 de Junio de 1884 en una modesta casa de tipo colonial en la calle de Paula, Calle donde nació nuestro Apóstol José Martí. Juan Arias Arocha fue un Odd-Fellow en potencia. Le nacía del alma hacer el bien, por ello ingresó el 7 de junio de 1920 en la Logia “Hijos del Trabajo No. 7”. Debido al resurgimiento del Oddfélismo en esa época, el día 3 de mayo de 1921 junto a cuatro hermanos más, decide fundar una logia con el nombre ya venerado “Hijos de Mar No. 11”, adquirió el grado de Gran Logia en la sesión No. 1 de 28 de Febrero del 1925, siendo fundador de la Gran Logia de Cuba.

Convierte su actividad Oddfélica en un sacerdocio, consagrándose a su Logia y a la Institución de todo corazón. El edificio y el panteón son sus primeras consignas. Su entusiasmo contagiaba. Juanito ocupó en la I.O.O.F. diferentes cargos, desempeñándolos a cabalidad.

45 años de vida Oddfélica ininterrumpida en su Logia “Hijos del Mar No. 11”, siempre en función de los demás, sintiendo placer por servir. Fue por muchos años Tesorero de su Logia, Diputado del Distrito de Departamento Habana. Viendo premiada su tarea con los cargos de Gran Vigilante, Diputado Gran Maestro y Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba en 1933. Por su ejemplar actividad se ve ascendido a Grand Sire en el año de 1939. Colmados todos sus deseos si habláramos de su vida, pudiéramos destacar anécdotas, hechos vida fraternal constante porque él era el maestro del deber Oddfélico. Recibió muchos homenajes, la Soberana Gran Logia le otorgó Diploma de Honor, la Gran Logia de la América Latina, de Constancia. Logias Subordinadas, de Rebekahs, Campamentos y Cantones supieron reconocerle su vida, tan delica-da y firme actuación. Y cuando comprendió que su misión en la tierra se había cumplido, desde la eminencia de su ya glorificada ancianidad se acoge en su casona de la Calzada del Cerro, en La Habana, a entregar su alma a Dios. Y el 20 de Noviembre de 1969, teniendo Ochenta y cinco años de edad.

























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