martes, 30 de abril de 2013

Ya va siendo hora, de que los masones nos póngamos en el lugar que nos corresponde


Articulo enviado por un Maestro Masón a la redacción de la Comisión Mambi, Patria y Libertad.


”Un hombre que no dice lo que piensa o no se atreve a

decir lo que piensa, no es un hombre honrado”

José Martí.



En el mundo exterior profano muchos se hacen la pregunta:

¿Qué es La Masonería y muchos masones también se preguntan: y Por Qué Soy Masón?

Ambas son preguntas muy fáciles de responder cuando los escuchas son personas sinceras y de buenos pensamientos y sobre todo de buenos sentimientos; a ellos se le pudiera responder: la masonería es una asociación de hombres honrados, libres de buenas costumbres, que “buscan el perfeccionismo de la humanidad”.

¡Qué bellas palabras que lo resume cuando realmente sus integrantes llevan dentro de su ser estos sentimientos hacia la humanidad!; claramente estoy señalando que cuando sus integrantes o sea (los masones) lo llevan dentro y digo esto porque para ser un verdadero masón, tiene que estar bien compenetrado de muchos sentimientos que le deben adornar su comportamiento, como sin lugar a dudas tienen que estar desprendido de los sentimientos del Ego, ese sentimiento en que se piensa ser superior a otro ser humano, debe ser totalmente bondadoso, lleno de tolerancia para los demás, debe ser hombre honesto, cabal, de libre pensamiento, debe ser justo en extremo, doliente de las penas de los demás, capaz de sacrificarse en extremo por los necesitados, debe conducirse por los senderos de la buena sociedad, debe estar presto siempre, capacitado para orientar a cuantos se le acerquen y deberá estar predicando solo con su conducta ejemplar, solo así será un masón y quién no esté dispuesto a ello nunca será un masón, podrá ser un afiliado pero nunca un masón.

Ahora bien en cuanto a ¿Por Qué Soy Masón? La respuesta es sencilla si los enumerando del párrafo anterior se llevan por el que hace la pregunta y entonces cabe el responder: Soy masón porque la institución es una práctica diaria de las virtudes más sanas para ser llevadas durante la vida, es la masonería la que edifica al asociado a de una forma constante trabajar en pos de la humanidad, ella no es una religión, ni es una sociedad política, pero sus afiliados están obligados al estudio constante de la Moral y la Virtud, estudiando por medio de Símbolos, Leyendas y Alegorías conducentes a mejorar y perfeccionar los sentimientos naturales del hombre virtuoso; Por eso soy masón.

He tocado los puntos más importantes de las dos preguntas y lo he realizado por estar dentro de la institución masónica en Cuba y más específicamente hablando sobre la Gran Logia de Cuba de A.: L.: y A.: M.:, institución que atraviesa por un grave cisma que ha dado lugar a que hoy existan otras Logias Masónicas dentro de la Isla, inclusive Femeninas y Mixtas y todo por el descuido de la selección y el extremo de adoración a quienes se han destacado de forma que el ego sobresaliera por encima de los demás.

Cierto es que han escaseado materiales como los impresos litúrgicos y en cierta oportunidad libros de Legislación, pero lo masones nos abandonamos y olvidamos impartir enseñanzas boca a boca y exigir a los educandos una verdadera prueba de ser portadores de las virtudes que debe portar todo masón; esta degradación condicional fue tomando auge y han sido muchos los que han escalado posiciones en la Gran Logia y cuando decimos Gran Logia nos referimos también a que muchos enfermos del “ego” buscando escalar y creyéndose superiores han escalado el primer paso o sea ser el “Representante de la Logia” ante la Gran Logia, adornándose a la vez con el ingreso a la masonería escocesa en busca de los títulos rimbombantes que ella aporta, pero estos representantes que quieren llenarse de títulos, medallas, condecoraciones y otros señalamientos materiales, jamás han sido capaces de aprenderse las Leyes Generales, ni han sido capaces de llenarse de coraje para exigir el cumplimiento de la ley por parte de ningún masón dentro de su Madre Logia, ni han tenido coraje para denunciar a quienes quizás hayan cometido actos delictivos, porque sencillamente solo se han ocupado de investirse de una toga que le queda sumamente ancha.

Pero si han sabido vislumbrar con la hipocresía a los que lo han elegido para que Represente la Logia como si fuera el más capaz, el más portador de las virtudes que exige la masonería y a sabiendas que con su actuar, está de-meritando a su Madre Logia, no le interesa pues siente satisfacción de creer que los demás piensan que es el mejor entre sus iguales; es por estas razones que en las sesiones de la Gran Logia, jamás levanta la vos para defender, oponerse o sencillamente exigir el cumplimiento de la ley con una cuestión de orden, dedicándose a mirar cuantas manos se levanta para levantar la suya y quedar bien con la mayoría, sea algo bueno o sea algo malo, lo que se apruebe, en otras ocasiones engañando a los masones de su Logia que sin la información necesaria hacen declaraciones a favor del nefasto decreto 211 que solo persiguió la absolución de J.M. Collera Vento, poniendo a sus Logias incluso centenarias en un descrédito total.

Pienso que las Logias de Cuba y los masones de Cuba, tienen la obligación de poner las cosas en su lugar y esto no es más que: “CUMPLIR LA LEY Y HACERLAS CUMPLIR” claro está si queremos seguir siendo considerados como masones y ahí están entre la mayoría de los asociados en Cuba, quienes tienen las virtudes y los méritos señalados anteriormente y esos son los verdaderos masones, los que en algunas oportunidades algunos les han llamado: Masones; no masonero, como decía Guillen, los masones de butacas como decía Carbonell o los masones del quinto piso, como los llamaba Ferrer; debemos recapacitar y ver si nuestro representante es un verdadero masón si es así, despertarlo y que estudie la legislación masónica, que pierda el miedo escénico y que alce la vos como el rugir de la tormenta en el desierto de Sahara, que se vuelva un León en defender la Ley y a la vez sea un cordero en obedecerla, pero si nuestro representante no es de esos desenmascaremos a ese hipócrita y cambiémosle de cargo y de grado, llevémosle al grado de Aprendiz, para enseñarle a ser masón; y que como bien dijo Enrique José Varona en el Gran Templo Benito Juárez un 5 de Diciembre en el siglo pasado:

“Los masones siempre han sido la vanguardia en el cumplimiento de la Ley y en su exigencia”.

Los masones debemos ponernos la toga viril, pues “ya va siendo hora, de que los masones nos pongamos en el lugar que nos corresponde”.

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