Articulo enviado a la redaccion de la Comisión Mambi, Patria y Libertad, por un Hermano Maestro Masón.
La Masonería es una Institución Fraternal, a la cual se le identifica por la solidaridad y el mutuo apoyo que sus miembros se dispensan entre sí.
La comunidad de masones cubanos exiliados en los Estados Unidos de América, se han asentado principalmente en la Florida y New Jersey. En estos estados, se han establecido tres Grandes Logias: la Gran Logia de Cuba en el Exterior, la Gran Logias Unida de las Antillas y la Gran Logia Latinoamericana. También existe una Asociación masónica denominada “Cuba Primero”. El propósito común en todas estas entidades es mantener vivo los valores masónicos, patrióticos y cubanos. La palabra de orden es CUBA.
Para cumplimentar dicho propósito, cada una de estas Instituciones emplea su propio lenguaje y ajusta sus estrategias al logro de los objetivos que considera más factibles de realizar.
Como hombres libres, los masones pueden disentir; y hasta oponerse a las opiniones, pronunciamientos y las acciones que realicen otros masones o Instituciones Masónicas; dicho derecho debe ejercitarse de forma prudente y respetuosa; acorde con los juramentos que se asumen al tomar la Iniciación Masónica.
El empleo de palabras fuera del contexto fraternal, que implican y conllevan a la descalificación de otros hermanos, no es una actitud que favorecen la armonía en el seno de nuestra Fraternidad, por el contrario, este es el sendero más recto a seguir por quienes aspiran a destruir lo que tanto sacrificio y tanto empeño ha costado mantener y expandir.
Atendiendo a sus características propias, por la calidad de sus miembros y la justicia de sus aspiraciones; hacen de la Masonería exiliada un elemento imprescindible en la lucha por democratizar a Cuba.
No obstante, este aspecto necesita de un compromiso masónico primario: aprender a discrepar siguiendo las normas masónicas, y concretamente aquellas que emanan del tríptico AMOR FRATERNAL, SOCORRO Y VERDAD.
La comunidad de masones cubanos exiliados en los Estados Unidos de América, se han asentado principalmente en la Florida y New Jersey. En estos estados, se han establecido tres Grandes Logias: la Gran Logia de Cuba en el Exterior, la Gran Logias Unida de las Antillas y la Gran Logia Latinoamericana. También existe una Asociación masónica denominada “Cuba Primero”. El propósito común en todas estas entidades es mantener vivo los valores masónicos, patrióticos y cubanos. La palabra de orden es CUBA.
Para cumplimentar dicho propósito, cada una de estas Instituciones emplea su propio lenguaje y ajusta sus estrategias al logro de los objetivos que considera más factibles de realizar.
Como hombres libres, los masones pueden disentir; y hasta oponerse a las opiniones, pronunciamientos y las acciones que realicen otros masones o Instituciones Masónicas; dicho derecho debe ejercitarse de forma prudente y respetuosa; acorde con los juramentos que se asumen al tomar la Iniciación Masónica.
El empleo de palabras fuera del contexto fraternal, que implican y conllevan a la descalificación de otros hermanos, no es una actitud que favorecen la armonía en el seno de nuestra Fraternidad, por el contrario, este es el sendero más recto a seguir por quienes aspiran a destruir lo que tanto sacrificio y tanto empeño ha costado mantener y expandir.
Atendiendo a sus características propias, por la calidad de sus miembros y la justicia de sus aspiraciones; hacen de la Masonería exiliada un elemento imprescindible en la lucha por democratizar a Cuba.
No obstante, este aspecto necesita de un compromiso masónico primario: aprender a discrepar siguiendo las normas masónicas, y concretamente aquellas que emanan del tríptico AMOR FRATERNAL, SOCORRO Y VERDAD.
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